La Rutina de Belleza Facial Perfecta.

¿En qué orden hay que aplicar los productos para una mayor eficacia?

Limpieza, hidratación y protección son los tres pasos fundamentales de cualquier rutina de belleza. Para conseguir unos resultados óptimos, los productos que debemos aplicar deben tener un orden correcto y un momento adecuado en el día. Limpiar bien la piel es importante porque ayuda a que los productos trabajen de forma efectiva.

Debemos conocer nuestro tipo de piel.

Antes de comenzar, debemos saber qué tipo de piel tenemos y las necesidades de la misma para identificar la textura más adecuada a la hora de tratarla. Una forma para detectar cómo es nuestra piel es observar la producción de sebo durante el día. Si a media mañana, el rostro tiene un aspecto brillante, definitivamente es grasa. Si por el contrario es de noche y sentimos la piel tirante significa que es seca o que está deshidratada. A veces, la zona T (nariz, frente y barbilla) tiene tendencia a ser más grasa con imperfecciones, puntos negros y poros dilatados. Nos encontramos en el vasto reino, de las pieles mixtas. Eliminar impurezas y contaminantes

¿Cómo preparar y cuidar la piel?

   No se usan los mismos productos durante el día que en la noche. Arrancamos con la limpieza, ¿Cuándo? Mañana y noche, aunque no nos hayamos maquillado, realizar una limpieza antes de acostarnos sirve para eliminar los residuos de sebo, polvo, contaminación… En cambio, lavar la cara por la mañana con un limpiador es importante para quitar los residuos que se producen por la noche, momento en el que la piel se regenera. De este modo, la piel está preparada para absorber los tratamientos que se le apliquen.

Nutrirla para que esté sana

Con la cara limpia, vamos al siguiente paso: hidratación. Si necesitamos una dosis extra de hidratación, aplicaremos un sérum antes de la hidratante. El primero se absorbe más rápidamente y hace que los ingredientes activos penetren en profundidad, mientras que la crema es el ‘verdadero’ tratamiento con el que afrontaremos el día o descansaremos por la noche. A la hora de elegir, hay que tener en cuenta la edad y las necesidades específicas (arrugas, manchas, imperfecciones…). La forma en que nos aplicamos las cremas no es baladí. “con la yema de los dedos y sin olvidar el cuello”. Los movimientos son “de dentro hacia fuera y en sentido ascendente para fomentar la firmeza del rostro”.

Protección UV

Sea invierno o verano, la rutina debe ir acompañada por protección solar incluso, cuando únicamente vamos a caminar por la calle, y podemos “variar texturas, según la estación o cómo sintamos la piel”.  La exposición a los rayos UV es la causa del “80% de los signos de envejecimiento”

¿Qué pasa si voy a colocar maquillaje?

Colócate primero el protector solar, deja que se absorba y luego maquíllate, “de esta forma la capa protectora ya está fija”, Importante el índice de protección de la crema y renovarla. “Si salimos a las 8 de la mañana utilizando una crema de índice 30, esta no nos va a proteger más de 3 o 4 horas por lo que a las 12 del mediodía deberíamos volver a ponernos protección”.

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El Autor De Todos Los Puestos